Démosle un respiro a la Madre Naturaleza

¿Qué está haciendo la Madre Naturaleza? Creo que siempre recordaremos el mes de marzo de 2020 como el mes del COVID-19. Asusta lo que sucede allá fuera. Las personas entran en pánico por no poder trabajar, compran compulsivamente en los almacenes y se extraña a los amigos y a los compañeros de trabajo. Pero por sobre todo, nos da miedo lo desconocido -qué tan mal se pondrán las cosas y cúanto durará la cuarentena. ¿Cómo afectará el virus a nuestros seres queridos y a nuestro sustento?

En los Estados Unidos, no estamos acostumbrados a esto. Yo soy de Puerto Rico y mi hermoso país ha sido continuamente desvastado por al Madre Naturaleza. Todos los años se produce algún terremoto o huracán importante que golpea la economía y causa todo tipo de dolor a la gente que vive allí.

Aquí, en Estados Unidos, tenemos la fortuna de contar con la infraestructura para soportar las rabietas de la Madre Naturaleza, y las necesidades que eso conlleva, como tener a una gran cantidad de gente trabajando en línea de la noche a la mañana. La mayoría de nosotros ahora trabaja desde casa, lo cual para algunos es un esfuerzo mayor. Los que ya estábamos preparados para trabajar virtualmente, continuaremos nuestras actividades con normalidad; los que no lo hacían, deberán ponerse al día. Los más extrovertidos extrañaremos a nuestros compañeros de trabajo. Los que ya trabajaban de forma virtual desde antes, ahora deben hacerlo junto a su esposo/a o sus hijos, que ahora toman clases desde casa. Algunos -como es mi caso- tuvimos que mudar a los empleados a un entorno virtual, lo que significó un desafío nuevo e inesperado. Sin importar cuál sea tu situación en estos días, todos estamos de acuerdo en que esto es diferente a la “norma”, así que todos estamos atravesando un cierto nivel de estrés asociado con esta situación.

Desafortunadamente, aquello que solemos hacer para reducir este efecto también nos fue quitado. No podemos salir con amigos a cenar, ir a eventos deportivos, al teatro, a nuestro bar favorito, o incluso al gimnasio para un buen entrenamiento. En mi caso, no puedo volar para sumar millas para mi licencia de piloto porque la escuela de aviación está cerrada. Y esto es solo otro aspecto de todo esto que nos da temor. Algunos nos preguntamos ¿cómo se supone que funcionemos así?

Es interesante. Algunas de las personas que conozco que se lamentaban por no poder trabajar desde su casa ahora se quejan porque quisieran poder volver a trabajar a la oficina. Los seres humanos tenemos la capacidad distintiva de ver lo negativo en cada situación. En cambio, deberíamos ver lo positivo. Porque ese es el modo para salir de esto… ¡debemos dejar de lamentarnos y concentrarnos en lo positivo!

¿Y qué tiene de positivo el virus? se preguntarán. En lugar de sumarle miedo a la situación, aprovecha la oportunidad para observar todo lo que has aprendido de esto, sobre ti y sobre quienes te rodean.

¿Qué tal la vida en casa? ¿Mejoró algo? Ese es un punto positivo.

¿Pudiste dedicar algo de tiempo a limpiar ese armario o cajón desordenado, o a hacer ese arreglo que tanto venías posponiendo? Ese es un punto positivo.

¿Hiciste algo con tus hijos o tu esposa/o de eso que venías postergando desde hace tanto tiempo? Al no tener la posibilidad de salir corriendo a la casa de un amigo, quizás ellos se sentaron contigo a ver una película o a realizar algún proyecto juntos. Ese es un punto positivo.

¿Pudiste jugar con tu perro más tiempo las últimas semanas porque estuviste más en casa? Ese es un punto positivo.

¿Tocas algún instrumento y tuviste más tiempo de practicar o te sumergiste en ese libro que estabas esperando leer? Ese es un punto positivo.

¿Pudiste sentarte a escribir tus pensamientos? Siempre me quejo de no tener el tiempo para trabajar en el libro que finalmente estoy escribiendo. ¡Ahora sí!

Es posible que tengas una lista de cosas “para las que nunca tienes tiempo” y que de repente sí puedes hacer. Todo positivo.

Pero incluso luego de haber encontrado la forma de hacerle frente a la tormenta, puede que te preguntes ¿por qué a nosotros? ¿Nos están castigando?

Yo soy una persona de fe y realmente creo que las catástrofes naturales no son un castigo de Dios. Creo que son mensajes y que si somos inteligentes les prestaremos atención.

Hace poco leí un artículo en el periódico que indicaba que la polución de China se redujo un 40% desde el brote. Eso es algo muy positivo para un país que hace tanto tiempo lucha contra la polución. ¿La Madre Naturaleza nos está diciendo algo?

¿Qué relación hay entre el aparente incremento de las catástrofes naturales y la simultánea preocupación por el calentamiento global? ¿Qué mensajes nos están dando estas catástrofes naturales? ¿Realmente somos víctimas o de algún modo somos responsables por el uso que hacemos de nuestros recursos?

Mientras estamos aislados por este virus, estamos cambiando la norma. El aire se está purificando por la reducción de autos en las rutas y aviones en el aire. Al final, todos nos beneficiamos. La Madre Naturaleza está usando este tiempo para hacernos desacelerar y agradecer todo lo que nos fue dado.

Hay un tiempo para todo en la vida. Ahora, es tiempo de apreciar la vida como es y, mientras tanto, le damos un respiro a la Madre Naturaleza. ¡Y eso sí que es positivo!